Las herramientas que las empresas deben utilizar para apoyar al empleado con TEA en su trabajo:
1. Instrucciones en el lugar de trabajo: En primer lugar, deben preparar un análisis exhaustivo del lugar de trabajo, para anticipar a los nuevos empleados todas las circunstancias a las que se enfrentarán en su lugar de trabajo. En este análisis, se debe exponer la actividad de la empresa, los puestos de trabajo existentes, el número de empleados, etc. La anticipación es una de las principales características para tratar a las personas con autismo y hacer efectiva su adaptación en el trabajo.
2. Formación en el puesto de trabajo: Los trabajadores de recursos humanos o los empleados responsables en la empresa, deben realizar una pequeña formación a la persona con TEA antes de proceder al coaching. En esta formación, deben explicar todo lo necesario sobre el puesto de trabajo y las funciones a realizar, para que el nuevo empleado pueda desempeñar su trabajo de manera adecuada. Los puntos básicos a tratar en la formación deben ser: funciones a realizar, herramientas a manejar, tiempos de ejecución, formas de realizar el trabajo, etc. Se recomienda el uso de presentaciones visuales donde se presentan situaciones reales que pueden ocurrir en el lugar de trabajo. Es necesario que las empresas utilicen herramientas que ayuden a traducir la información verbal en información visual, como pictogramas, fotografías, imágenes reales, dibujos, diagramas, mapas conceptuales, horarios, agendas visuales, códigos de colores, referencias tangibles, el uso de la palabra escrita, etc. En cuanto a las adaptaciones con ayudas visuales, es importante no caer en redundancia ya que hacer accesible un entorno no significa llenarlo de pictogramas arbitrariamente, sino utilizar ayudas visuales cuando sea realmente necesario, de forma ordenada y funcional.
3. Coaching: En esta fase, la empresa debe designar un mediador/coach para llevar a cabo el proceso formativo en el puesto de trabajo específico, realizando las adaptaciones necesarias para que la persona con autismo pueda realizar la actividad de la mejor manera posible. El papel de mediador-coach es esencial durante todo el proceso. Se concibe como un mediador entre la persona con autismo y el contexto donde se desarrollará la actividad laboral, preparando ese contexto para que sea predecible, sencillo y comprensible, además de hacerse cargo de la formación de la persona con autismo que va a ser empleada.
4. Seguimiento del proceso: durante este proceso se realizará el seguimiento de la actividad laboral realizada por la persona con TEA y de la idoneidad de las adaptaciones establecidas al efecto. Esto implica, entre otras cosas, una evaluación del desempeño, el ambiente de trabajo y los apoyos establecidos. Es fundamental valorar los resultados del trabajador en materias de especial interés para la empresa, como la productividad y la calidad del trabajo. Asimismo, se evalúa la retirada prevista de la ayuda. En el caso de que esto pueda resultar insatisfactorio, se vuelven a implantar soportes formales. Esto se hace de mutuo acuerdo entre la persona con TEA y/o su representante, el mediador laboral, el técnico coordinador y la propia empresa.
Un aspecto importante es la evaluación del programa en sí, de la calidad del servicio prestado. Para ello, recomendamos el "Folleto informativo y modelo de calidad de la Unión Europea para el empleo apoyado" (Unión Europea para el empleo apoyado, 2005) que, además de la descripción del proceso de empleo apoyado, incluye un Código de Ética para Profesionales del Empleo y un Marco de Estándares de Calidad para los Servicios de Empleo Apoyado.